Salvavidas de un adicto

En los primeros post de este blog les hable de mi amiga Pebbles. En la repartición de talentos saco varios primeros lugares: encantadora, bellísima, guapa, inteligente, empresaria, excelente mamá, gran anfitriona, una diosa de mujer. Hoy está sumida en la adicción a la coca, arruinada económica y físicamente, perdió su empresa, su relación de pareja, sus amistades. Navega entre crisis maniacas y serios episodios de sicosis contra las pocas personas que queremos ayudarlas. Yo soy la del turno en este momento. Se entero que contacté a su hermano para que la internara en rehabilitación, esto desató toda su furia contra mí. Se sintió traicionada por su mejor amiga y delatada frente a su familia. Ahora soy yo la culpable de todos sus pesares, me aborrece, me insulta, llegó a llamar a mi papá diciéndole que yo le había arruinado la vida, que mi máxima entretención era arruinarle la vida a los demás, que primero fue la vida matrimonial de Bond y que ahora era la de ella, que por mi culpa su familia no le hablaba mas, que todo era un invento mío que yo era una pérfida envidiosa.
Tuve que juntarme con mi papa, darle explicaciones y tranquilizarlo.
Pobre, que lástima, que desperdicio, me causa tanta pena lo mal que está, lo mal que lo pasa. Es una mujer tan cabrona como yo, que no se dejará ayudar hasta que simplemente no le quede ni un solo centavo. Opte por alejarme, me da igual si me insulta o habla pestes de mi, vasta oírla 5 minutos para notar lo desquiciada que está, mi alejamiento no va por ahí, comprendí que no es posible ayudar a alguien que no quiere ser ayudado, que los adictos se aferran a uno como quien encuentra un salvavidas en medio del mar y con él pretender cruzar el océano hasta llegar a tierra firme. Lo mejor que uno puede hacer es quitar el salvavidas (alejarse) para que el adicto se de por vencido, superado y esté dispuesto a subirse a un nuevo barco que la rescate (internación), con el miedo siempre latente que si no cumple será devuelta al inmenso mar de dolor, esta vez sin barcos cerca.
Lo he pensado mucho, mis primeros intentos por ayudarla eran porque temía a que intentara suicidarse, es verdad, es una posibilidad siempre latente y real, pero ella no está en condiciones de entender eso, ni siquiera está en condiciones de comprender lo mal que está. Mi compañía y amistad le impedían tocar fondo y la alejaban para aceptar ayuda efectiva. Si se mata en el intento lo sentiré por siempre.

De vuelta a su mujer

Qué cosa más increíble lo que está pasando, después de mis revelaciones a la señora Bond, está lo echo de la casa, pues ahora Bond volcó toda su energía obsesiva y no escatima recursos para mostrar su arrepentimiento frente a su mujer, es mas fue capaz de escribirme , con copia a ella, diciéndome que yo no valía la pena, que su mujer era mucho “mas completa” curiosa palabra que uso…… y que sería un tremendo error dejarla por mí.
Espero y confió que ahora si esta historia llegue a su fin, que ella lo perdone y que puedan continuar con sus vidas.
Cuánto tiempo nos hubiéramos ahorrado todos si la comadre lo hubiera echado en el minuto 1? Creo que voy a modificar el post de cómo enfrentar una infidelidad e incluir “ si las mentiras de su infiel esposo continúan, échelo y dígale que sede con gusto su lugar, verá que lo tendrá comiendo de su mano en 24 hrs”


Candy libre por fin.

Tengo o no el derecho a defenderme?

Por un lado estoy tan arrepentida de lo que le hice a la señora Bond, estoy segura que con lo que le conté le cause un dolor enorme ,irreparable, tanto que termino echando a Bond a la calle. Se tiene que haber sentido tan humillada, tan idiota. Pobre mujer, sólo ha sido una víctima de Bond y en gran medida, también mía. Que me costaba callar, bajar el moño y dejar que pensara que yo era una cualquiera que hacia lo imposible por quitarle el marido. Porqué no dejé que ella siguiera viviendo su matrimonio desde la feliz ignorancia.
Reaccioné asignándome el derecho de abrirle los ojos dándole la evidencia de lo mentiroso que era el marido que tanto defendía, pero después me di cuenta que en gran medida lo que más me indigno fue su intento de dictarme normas de moral, ¿Quién se imagina que es esta pobre tonta para hablarme así?. Frases como: Te pido que no sigas llamando a Bond…….. Debes respetarte un poco tu misma…………. respétate como mujer.....¿Porqué no pude contener la necesidad de que supiera que era su lindo maridito quien me acosaba con miles de llamadas y cientos de cartas suplicando que volviéramos?. Ella me dice en una frase que “estoy clara e informada de todo lo sucedido” , ¿Porque tuve que hacerle ver lo poco clara e informada que estaba , mostrándole las asquerosas mentiras que le han dicho todo este tiempo?. Finalmente lo que hice fue decirle “Date cuenta que eres una pobre estúpida que se traga todas las mentiras de tu marido que dice”.
Ahora, lo que nunca estuvo en mis planes y que fue un coletazo que jamás imagine que sucedería, es que le hice ver que Bond usaba para escribirme una especie de mail alternativo que ella desconocía. Nunca imagine que daría con la contraseña y abrió todo el contenido de esa dirección encontrando una docena de cartas escritas para mi, con una serie de frases que jamás debió haber leído, ninguna mujer merece leer como su marido le escribe a su amante tratando de recuperar lo perdido, lo que ella nunca tuvo. Eso fue triste y por más rabia que pudiera sentir no se lo merecía.
Pero por otro lado, porque yo tendría que dejar que ella pensara que yo era una mujer sin escrúpulos, pertenecemos al mismo círculo social, mi hijo y sus hijas se van a topar en la vida, porque yo tendría que cargar con la culpa y responsabilidad si fue Bond quien nos manipulo a ambas. Es verdad, ella fue la mas perjudicada y yo no fui precisamente una santa paloma, pero me he portado digna y dejar de amar a Bond y resistirme a sus encantos a sido una tarea titánica de la cual me siento orgullosa, por qué entonces ¿bancarme aun mas humillaciones y costos de las miles que ya he pagado?
No sé, no sé, si estuvo bien o mal, solo sé que todo esto, más me aleja de Bond y eso es bueno para mí.