Al borde de la asfixia

Morir ahogada ha sido uno de mis mayores temores hasta ahora.
Descubrí que no es una mala muerte.
Mi fan club no tiene nada que temer, jamás he pensado suicidarme y pasar a mejor vida, ni siquiera en la peor depre invernal.
Con esta ya son tres veces que experimento la sensación de estar a punto de morir mientras duermo por no poder respirar. Así es, la causa de mis asfixias nocturnas no tienen nada de fashion ni tampoco son por bucear en Isla de Pascua ni por un encuentro sexual masoquista, la razón es una obstrucción respiratoria por ronquidos (poco digno), posiblemente causados por pastillas para dormir y claro también por fumar .- habrá que admitirlo-
Las tres veces, sueño que me ahogo en una piscina o en el mar, estoy consiente que no estoy respirando mi corazón late fuerte y mi mente busca posibles maneras de sacarme a flote hasta que una dulce..sí…sí … dulce sensación de mareo se apodera de mi cuerpo (debe ser la falta de oxigeno) y mi mente se llena de la carita de Sebastian y descanso en ella dejándome placidamente ir (debo estar a punto de la inconciencia) mi cuerpo se relaja (también ni traquea) y súbitamente despierto. La angustia vienen ya despierta, mi corazón bombea a mil por hora y saber que me dejo morir sin luchar me entristece.